¿QUIENES SOMOS?



La Fraternidad Rosacruz es una Asociación de cristianos místicos. Su fundador CARLOS LUIS GRASSHOOFF-Max Heindel estableció en Oceanside, California en el año de 1909 su sede central, bajo el lema: UNA MENTE PURA, UN CORAZÓN NOBLE Y UN CUERPO SANO.

El conocimiento Rosacruz no es dogmático, sus enseñanzas apelan a la lógica y la razón. Fueron entregadas directamente a su fundador, Max Heindel, por los Hermanos Mayores Hierofantes de la Rosa Cruz. Conducen a la mente hacia una comprensión de intrincados misterios, explicados de forma clara y sencilla. Su conocimiento se remonta a épocas inmemoriales, en donde la ciencia, el arte y la religión estuvieron amalgamados en un todo, para luego separarse y dar lugar al desarrollo ulterior de cada uno.

En el futuro nuevamente se unirán, consiguiendo que la ciencia sin conciencia se sensibilice y mire al hombre desde una perspectiva nueva, ejemplo de ello será el trabajo de un médico en el quirófano, quien ya no estará frente a un cuerpo de componentes químicos solamente, sino a un ego integral; es decir, entenderá a ese cuerpo como el templo del espíritu. La religión, por su parte, unida a la ciencia, podrá expresar su divina naturaleza en forma científica, tornándose más comprensible. De esta manera el beneficio no será solo para la mente. El alma anhelante que ahora se encuentra esclavizada por la ciencia, podrá expresar libremente su naturaleza divina para beneficio propio y colectivo.

El empeño de los Rosacruces cristianos para la época moderna es volver a unir ciencia, arte y religión, que ya estuvieron unidos en el pasado; de este modo, la mesa de un científico se convertirá en un verdadero altar para que la ciencia, actualmente sin conciencia, pueda investigar los misterios religiosos en forma científica; y a la vez, los misterios religiosos expresados actualmente sólo por la fe, deberán expresarse intelectualmente, no dogmáticamente. Ambas entidades mencionadas deberían expresarse, como en el pasado, en forma artística.

El cristianismo Rosacruz no considera un fin el entendimiento intelectual de Dios y el Universo, al contrario, mientras más intelecto mayor es el peligro de un uso inadecuado del mismo. El verdadero propósito de una enseñanza científica es brindar al hombre una creencia para el inicio de una vida religiosa hacia una verdadera fraternidad.

1 comentario:

felipe dueñas guerra dijo...

La evolucion condiciona al ego a que reconozca valore y acepte,el infinito valor del YO SUPERIOR
La epigenesis muestra que la supraconciencia ,no es patrimonio del pequeño ego,toda la humanidad camina en esa direccion