Artículo final

Quienes hacemos
http://fraternidadrosacruz.blogspot.com/ agradecemos la acogida y el seguimiento dado a nuestro blog.


Para mejorar el servicio difusor ponemos a su disposición nuestro nuevo y propio dominio: www.fratenidadrosacruz.com/articulos.
Esta nueva versión del blog será más interactiva y dinámica; contará con nuevos y variados temas filosóficos con tinte genuino rosacruz cristiano.


Uno de los objetivos primordiales del nuevo sitio es sacar provecho a la actual tecnología audiovisual con lo que esperamos llegar al mayor número de personas interesadas en estos temas y/o refrescar los conocimientos de quienes están comprometidos fervientemente con el desarrollo del alma, pequeños estímulos que constituyen una luz externa que incita y profundiza a la mente en los confines de la sagrada ciencia, mientras se alcanza la iluminación interna.



Otro de los empeños que nos anima es brindar soporte a aquellas personas sin compromiso o que carecen de conocimiento alguno de la existencia de los misterios cristianos y/o del esoterismo occidental, ya que sirve de medio informativo de temas tan poco dilucidados, expuestos bajo la perspectiva de quien dio al mundo moderno la filosofía rosacruz cristiana, tal cual la conocemos los miembros.

Por último, sus comentarios, sugerencias o colaboraciones son bienvenidos. por ello pedimos, como lo hizo Max Heindel en su tiempo, a todas aquellas personas que tengan capacidad de redactar y quieran compartir con el mundo sus artículos, ceñidos estrictamente a las enseñanzas dadas por Max Heindel, lo hagan a través de nuestro correo electrónico blog@fraternidadrosacruz.com y con el mayor agrado serán publicados, previa revisión del editor.

Cordialmente,
FRC
CANCER




“EX DEO NASCIMUR – IN JESUS MURIMUR
PER SPIRITUM REVIVISIMUS”


Esta frase fue encontrada en la mano del cadáver intacto sin señales de putrefacción de Christian Rosenkreutz, CIEN AÑOS DESPUÉS DE SU MUERTE.

Estamos ya en la época en que el sol se encuentra en el signo de cáncer o “Esfera del Alma” (del 22 de junio al 22 de julio en el Hemisferio Norte).

Este signo es el más profundo, sublime y por tanto difícil de entender y explicar, tiene dos aspectos, pues está regido por la Luna, la que a su vez tiene dos aspectos también:

  1. La visible.- Rige todos los aspectos de la reproducción; es femenino, acuoso y estudiado muy bien por la Astrología Espiritual que conocemos.
  2. La invisible.- Es masculina, de fuego y es la que nos interesa por el momento: La Acción y Fiesta por Antonomasía del ESPIRITU SANTO.

Es el aspecto de fuego que interesa

1. Al Cristianismo Exotérico.- Festeja en el “Pentecostés” el descenso del ESPIRITU SANTO sobre los Apóstoles bajo la forma de “Lenguas de Fuego”.

2. A los Masones.- Es la Fiesta del Fuego de “San Juan” su festividad suprema.

3. Al estudioso es la vía de ascenso hacia el Padre del Cristo Terrestre, que lo hace anualmente.

4. A nosotros.- Es la Fiesta que nos indica la Puerta y la vía de Redención del Alma Humana, (Su resurrección en la Pascua) y su ascensión gloriosa VOLUNTARIA si se empeña en hacerlo.


5. Aún más.- La eventual redención de LUCIFER y su ascensión que se está gestando con la ayuda de la humanidad.


ESQUEMA DEL PASADO-PRESENTE Y FUTURO DE LAL HUMANIDAD EN SU CAMINO DE RETORNO VOLUNTARIO EN LA EVOLUCIÓN












NOTA: Hay otros aspectos que podrán dilucidarse sobre el tema del CANCER, por ejemplo el aspecto astrológico (Ver “Mensaje de las Estrellas de Max Heindel) en que se hablaría de:

Generación
Degeneración
Redención


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¿FATALIDAD O LIBRE ALBEDRIO?

Pero si alguno dijera que si todo está preindicado, lo cual argüiría un destino inexorable decretado por un capricho divino, y que no hay razón para trabajar o para saber, y, por lo tanto, podemos entregarnos a satisfacer nuestras pasiones, a "comer, beber y a ser felices porque mañana moriremos," podemos argumentarle de este modo.


Si nosotros hubiéramos nacido a esta vida de la Tierra por la primera y única vez para vivir aquí por un momento y después desaparecer de esta esfera para nunca más volver a ella, y la fatalidad y el favoritismo, independientemente de la justicia, fuesen los que gobernaban, su pretensión sería justa. Pero esto no puede ser así; en un mundo en el que todo lo demás está gobernado por la ley, la existencia humana debe estar también reducida a un sistema y nosotros sostenemos que una solución razonable del misterio de la vida nos es ofrecido por las leyes gemelas de la existencia: la ley del renacimiento y la ley de causación.

Aquello que ha tenido principio debe tener un fin, y a la inversa, aquello que es sin fin no puede nunca haber tenido principio. Si el espíritu humano es inmortal y no puede morir, tampoco puede haber nacido; si debe vivir por toda la eternidad, debe haber vivido desde siempre; no hay escapatoria de esta verdad o dilema; la preexistencia debe aceptarse si la inmortalidad es un hecho en la vida.

En este mundo no hay ley más simplemente observable que la ley de los ciclos alternos, los cuales decretan la sucesión del flujo y reflujo, del día y de la noche, del verano e invierno, del despertar y del dormir. Bajo esta misma ley la vida del hombre es vivida alternativamente en el mundo físico, donde siembra las semillas de la acción y gana experiencias con arreglo a su horóscopo. Estas, los frutos de su existencia aquí, son después asimiladas como poderes de alma en el mundo espiritual; el nacimiento y la muerte no son, pues, más que salidas de una fase de la vida del hombre a otra, y la vida que ahora vivimos es simplemente una de la serie. Las diferencias de carácter, nobleza y brutalidad, robustez o debilidad moral, posesión de ideales elevados o de bajos instintos, etc., son ciertos signos del poder del alma o de la pobreza en su caso. Las facultades más sutiles son los gloriosos mantos de las almas gentiles que se han purificado a través de muchas vidas en el crisol de la existencia, concreta, mediante las tentaciones y las pruebas. Estas facultades brillan con una luz que ilumina el camino y facilita el que otros las sigan. Las groserías y materialismos de importancia proclaman la juventud en la escuela de la vida; pero las existencias repetidas en este plano físico suavizarán con el tiempo las aristas, ablandándolas y dotándolas de mayor cantidad de alma.

El horóscopo indica esta diferencia en la textura del alma y los aspectos indican el modo en que el alma se madura por las configuraciones calidoscópicas de los planetas en progresión, que soplan los fuegos en el horno de la aflicción, para clasificar y purificar el alma de sus manchas o abrillantar la corona de la virtud como se gana la victoria; pero aunque los planetas muestran exactamente las tendencias, existe un factor determinante que no se refleja en ellas, una verdadera "x" o incógnita —la fuerza de voluntad del hombre— y sobre esta roca astrológica las predicciones pueden fallar y en algunas ocasiones es el Waterloo donde aun el más cuidadoso y competente astrólogo puede fracasar y verse perplejo ante el resultado de sus predicciones que él creía muy bien fundadas y es seguramente el más bendito indicio de que nosotros no estamos obligados por la fatalidad a hacer esto o lo otro, debido a las tendencias de nuestro horóscopo, que en determinados momentos los rayos estelares las impelen a nosotros en una dirección dada.

En un análisis final nosotros somos los árbitros de nuestro destino y es muy significativo que mientras es posible el predecir para la gran mayoría de la humanidad con certeza absoluta de que la predicción se hará manifiesta, debido a que flotan abúlicamente en el mar de la vida dirigidas por la corriente de las circunstancias, las predicciones hechas por el aspirante idealista y luchador fracasan en relación con su alcance espiritual y su fuerza de voluntad, que le elevan a la aserción propia y a la resistencia contra el mal y el error.

Un bellísimo poema escrito por Ella Wheeler Wilcox abarca esta idea de la forma más gráfica:

"Un barco zarpa para el Este y otro para el Oeste
—soplando el mismo viento para los dos;

—es la colocación de la vela y no la tormenta
—lo que determina el camino que ellos llevan.

"Como los vientos del mar son los caminos del hado
—que nos impelen a nosotros durante toda la vida;
—es el acto del alma lo que determina la meta
—y no la calma o la tempestad."













































LA VERDADERA CAUSA DE LA ENFERMEDAD


Si leís la Biblia vereís que Jesucristo dio a entender que el pecado es la causa de la enfermedad

Romanos 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.




Hay dos clases de enfermedades, la una proviene de vidas anteriores. Estas se pueden conocer si estudiamos el horóscopo natal de la persona, donde se indica las tendencias y clases de dolencias que sufriría el nativo. La otra clase es provocada por agentes externos de las fuerzas de la naturaleza o por los malos hábitos de vida de los seres humanos; ésta última podemos eliminarla sirviéndonos de la medicina moderna o con un buen régimen alimenticio, mientras que la primera solo puede ser erradicada algún día si seguimos el camino de la regeneración suprimiendo la causa espiritual creada en vidas anteriores por nosotros mismos.


Por absurdo e inverosímil que parezca, podemos asegurar que somos nosotros mismos los causantes de nuestros males y dolencias. Aunque el medio ambiente y los cambios de clima, los accidentes, etc., parezcan ser las causas determinantes de la enfermedad, la verdadera causa tenemos que buscarla dentro de nosotros mismos.

Todas las dolencias físicas, mentales y emocionales que nos aquejan se manifiestan primero en nuestro cuerpo mental y emocional antes de manifestarse en nuestro cuerpo físico y provienen de nuestra forma equivocada de vivir, pensar y sentir y son el resultado directo de nuestros errores del pasado. Esto por no haber atendido al llamado interior de nuestra conciencia que constantemente trata de sobreponerse a nuestra naturaleza inferior.

Los Grandes Seres que desde los mundos celestes guían el destino de la humanidad, permiten que suframos las consecuencias inevitables de nuestros errores, en un esfuerzo de obligar a nuestra naturaleza inferior a soltar los tentáculos con que se aferra a nuestros vehículos superiores. Lo aceptemos o no, todos tarde o temprano nos veremos forzados a admitir que todos nuestros sufrimientos se deben a nuestros propios actos, tanto a los de esta vida como a los de nuestras vidas anteriores.

Malos sentimientos, mala voluntad para con los con los demás, gratificación inmoderada de los sentidos y otras formas de egoísmo, tienden a interferir con las glándulas, nervios y órganos de nuestro cuerpo. Aunque es cierto que podemos con frecuencia aliviar en parte o completamente nuestras dolencias por medio de dietas adecuadas, medicamentos y tratamientos varios, lo cierto es que solo podemos aspirar a una curación completa cuando desterramos todas las bajas inclinaciones de nuestra naturaleza inferior y vivimos la vida superior de pureza, amor y servicio desinteresado a la humanidad.


ES POR TAN IMPORTANTE RAZÓN QUE LA CURACIÓN VERDADERA NOS PERMITE APRENDER LA LECCION ESPIRITUAL CONTENIDA EN LA ENFERMEDAD MISMA.

Comprendemos entonces que debemos atribuir la causa de la enfermedad a nuestra propia ignorancia y locura por haber infringido las Leyes Divinas y no a una causa desconocida que en nuestra ignorancia atribuimos a una suerte caprichosa y despiadada.

Descubierta y aceptada la causa interior de nuestros males y dolencias tales como irritabilidad, gratificación desordenada de nuestros sentimientos, odio, resentimiento, miedo, lascivia o cualquier otra de orden negativo y destructivo que nos mantienen atados a nuestra naturaleza inferior, podemos entonces emprender la gloriosa tarea de nuestra liberación con sistemática persistencia y fe en Dios. Esto lo podemos realizar resistiendo y combatiendo todo aquel sentimiento de orden inferior.

Pero existe un método natural de mucha mayor eficacia. En efecto, un momento de reflexión nos demostrará que el polo opuesto de todo vicio es una virtud en la que ese vicio debe ser trasmutado. Inmediatamente comprenderemos entonces lo imposible que es ser al mismo tiempo abstinente y glotón, paciente e impaciente, amoroso y desamoroso, puro e impuro, etc., por consiguiente, si cultivamos cierta cualidad, el vicio quedará desterrado.
Viviendo una vida consagrada a los altos ideales, cultivando lo bueno y lo verdadero dentro de nosotros y tratando siempre de ponernos a tono con las altas vibraciones del amor, automáticamente nos sobrepondremos y venceremos las bajas tendencias a que nos impele nuestra naturaleza inferior con tanta o más seguridad que el calor se opone al frío y la luz a las tinieblas. Es mucho más fácil desterrar un mal hábito (vicio) construyendo el hábito opuesto (virtud), que atacándolo directamente y extrayéndolo de raíz. Esto es sin duda, lo que San Pablo quiso dar a entender cuando dijo “no te dejes dominar por el mal, antes bien, domina el mal con el bien” .

Usted no puede esperar que ninguna Entidad Divina por amorosa que sea, quiera hacerle perder sus malos hábitos y errores por la fuerza, pues eso sería atentar contra su libre albedrío que es un don que Dios nos ha dado.

Es a usted a quien le corresponde combatir con voluntad y decisión sus errores y malos hábitos.


NOTA: En una nueva publicación daremos a conocer la enseñanza pertinente.

EL DIA DEL PADRE


Acabamos de terminar los festejos para la Madre (Tauro) y hemos entrado a los festejos del Padre (Géminis). Esta es una oportunidad para recordar a nuestros miembros y al mundo en general el papel importantísimo que tienen nuestros progenitores (padre y madre) ya que es a través de ellos y su ingente sacrificio que hemos podido renacer en este mundo material; por lo tanto nuestro PADRE representa en la tierra el papel de la divinidad.



A esto se refieren varios versículos de la Biblia cuando dicen: honrar, cuidar y proteger a los padres.


Éxodo 20:12 (Reina-Valera Antigua)


12. Honra á tu padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.


Levítico 20:9


Porque varón que maldijere á su padre ó á su madre, de cierto morirá: á su padre ó á su madre maldijo; su sangre será sobre él.


Deuteronomio 5:16


Honra á tu padre y á tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

Cuando esto se cumple nuestra vida en la tierra se alargará, pues aumenta el tiempo de vida de nuestro arquetipo.


El signo Géminis al que entramos es muy importante en la vida material, ya que nos impulsa y ayuda a adaptarnos a las diferentes circunstancias y trabajos de toda índole, pues su nota clave es VERSATILIDAD.


No olvidemos que el primer consejo que Max Heindel dio a los probacionistas es ADAPTABILIDAD.


SECCIÓN I
Preguntas referentes a

L A V I D A E N L A T I E R R A

PREGUNTA Nro.1

¿Si somos espíritus puros y parte de un Dios omnisciente ¿Por qué fue necesario que hiciéramos este largo peregrinaje de pecados y dolores a través de la materia?

Respuesta:

Al principio de la manifestación, Dios diferencia dentro de Sí Mismo una multitud de inteligencias espirituales potenciales, como las chispas que emite un fuego. Esas inteligencias espirituales eran, pues, llamas o fuegos potenciales, pero no eran aún llamas, porque, aunque dotadas con la omniconciencia de Dios, carecían de la conciencia de sí mismas; siendo potencialmente omnipotentes como Dios, les faltaba el poder dinámico utilizable en cualquier momento, de acuerdo con su voluntad; y con objeto de que se pudieran desarrollar esas cualidades, fue indispensable que pasaran por la materia. Por lo tanto, durante la involución cada chispa divina fue encerrada en varios vehículos de suficiente densidad como para cerrar el mundo a su conciencia. Entonces, el espíritu interno, no pudiendo estar más en contacto con lo externo, se vuelve y se encuentra a sí mismo. Con la conciencia de sí empieza la lucha del espíritu para libertarse de su prisión y, durante la evolución, los diversos vehículos que el espíritu posee, se espiritualizan convirtiéndose en alma, así que, al final de la manifestación, el espíritu no sólo habrá obtenido la conciencia de sí mismo, sino también poder anímico.

Hay cierta tendencia en muchas personas a creer que todo lo que es, es el resultado de algo anterior, no dejando así lugar alguno para algo original. Los que estudian la vida, hablan solamente de involución y evolución; los que estudian la forma es decir, los científicos modernos, se relacionan con la evolución solamente, pero los más adelantados de entre ellos están emp
ezando ahora a encontrar otro factor, que han llamado epigénesis. Ya en 1757, Gaspar Wolff emitió su Theorea Generationis, en la que se muestra que, en el desarrollo del óvulo, hay una serie de nuevas formaciones, no determinadas por lo ya efectuado, y Haeckel, endosando esa obra, dice que en nuestros días no está justificado llamar "teoría" a la epigénesis, porque es un hecho que puede demostrarse en el caso de las formas inferiores, cuyos cambios son rápidos, lo que puede observarse por medio del microscopio. Desde que se le dio la mente al hombre, ese impulso creador original, la epigénesis, es lo que ha sido la causa de todo nuestro desenvolvimiento. Ciertamente, construimos sobre lo que ya ha sido creado, pero hay además algo nuevo, debido a la actividad del espíritu, y es en esa forma que nos convertimos en creadores, porque si sólo imitáramos lo que ya ha sido hecho por Dios o por los Ángeles, no nos sería nunca posible convertirnos en inteligencias creadoras: seríamos simples imitadores.

Y aún cuando cometamos errores, puede decirse que, muy frecuentemente, aprendemos mucho más de nuestros errores que de nuestros éxitos. El pecado y el sufrimiento de los que habla el preguntante, son meramente el resultado de los errores que hacemos, y su impresión en nuestra conciencia nos obliga a obrar en otros sentidos que encontramos son buenos; es decir, que están en armonía con la Naturaleza. Así que este mundo es una escuela de desenvolvimiento y no un valle de lágrimas en el que hubiéramos sido colocados por un caprichoso Dios. (Véase la pregunta núm. 9.)
EL MISTERIO MAS SAGRADO DE LA HISTORIA






LA VIRGEN CELESTE EN LOS CIELOS " Y

LA "VIRGEN MARIA EN LA TIERRA”


La Luz del Mundo es concebida inmaculadamente cada año por la virgen madre celestial y comienza su jornada hacia el Norte para dar su vida por la humanidad al madurar el trigo y las uvas.

Ese fenómeno ocurre en el mes de septiembre, justamente después de la luna nueva; visto desde nuestra tierra, el sol cubre o viste al signo virgo el 23 de septiembre y, como la luna está abandonando su conjunción con el sol, parece estar debajo de los pies de la Virgen. Esto nos trae la solución astronómica de ese pasaje de la Revelación que dice: “Yo vi una mujer vestida con el sol y con la Luna a sus pies”. De este modo la Virgen nace del sol por así decirlo.


Por analogía los instructores espirituales nacen cuando la oscuridad espiritual es mayor y ellos dan al hombre el pan de vida que alimenta el alma; los salvadores han nacido de una Virgen Inmaculada. El sol es por lo tanto, un símbolo apropiadísimo del Salvador, nacido para alimentar a su rebaño con el pan espiritual de la vida.


Así pues, bajo la guía de las Jerarquías Espirituales enfocada a través de los signos de capricornio, sagitario, escorpión y libra, fueron adquiridos nuestros atributos físicos, morales y mentales y de esta manera se nos equipó para comenzar el lado espiritual de nuestra evolución.

El germen de este progreso está oculto en la Virgen Celestial, el signo Virgo, el cual es el vehículo de la Concepción Inmaculada, la madre celestial de Cristo, no del Cristo solamente, sino de muchos.

Este es uno de los signos más sublimes del Zodiaco y uno de los más místicos y tan repleto de significado oculto que su sentido completo no puede ser comprendido a satisfacción, salvo por una Luz Interna de iluminación espiritual, “el Cristo recién nacido”, son realmente experiencias de un número creciente de personas. Y si no fuera por este prototipo celestial, fructificado por la precesión solar, esto sería una imposibilidad; así como tampoco este ideal se hubiera realizado en tan completa totalidad durante las épocas pasadas como hoy en día. La razón de todo esto se apreciará claramente cuando tratemos de la relación que tienen entre sí los opuestos signos del zodíaco.

Para poder entender de mejor manera este misterio, el misterio de la Inmaculada Concepción debemos remontarnos al pasado. La sabiduría occidental enseñada por los Rosacruces indica que el hombre en formación fue semejante a las plantas y bisexual durante la Época Hiperbórea y de este modo capaz de multiplicarse por sí mismo sin la necesidad de la cooperación de ningún otro ser. Pero en aquel tiempo no tenía cerebro y como consecuencia no podía pensar; por lo tanto, en la Época de Lemuria los ángeles dirigieron una mitad de su fuerza sexual hacia arriba, hacia la parte que ahora es la cabeza y la utilizaron para la formación del cerebro y de la laringe.

Mediante esta división de la energía creadora, el ser humano ha cesado de ser un hermafrodita físico, una unidad creadora completa y empezó a buscar un compañero con objeto de propagar su especie. Por lo tanto, el Hijo, el Cristo Cósmico, enfocó el rayo de amor del Espíritu de Vida sobre Urano (que rige el cuerpo pituitario), el cual lo transmite al cuerpo vital donde Venus, la octava menor de Urano se expresa para la propagación y el crecimiento.

La Ley de Afinidad nos dice que atareamos lo que es a fin a nuestra naturaleza, por lo tanto no puede existir Inmaculada Concepción si la madre, la madona, el ser que se vincula con las vibraciones del amor más elevado no ha alcanzado el desarrollo correspondiente; es decir, el poder concebir en forma casta, haber llegado a lo que para la mayoría de la humanidad es uno de sus más altos ideales, la generación sin la colaboración de otro ser.

El Angel Gabriel se apareció a la Virgen María, anunciándole que había sido elegida para dar a luz a Jesús.

Nuestro Hermano Mayor, la Virgen María habiendo alanzado un desarrollo espiritual sumamente elevado había ya logrado llegar a ser un Adepto (un graduado de la Escuela de Misterios). Los Adeptos tienen un desarrollo espiritual positivo, al igual que los Iniciados y los Auxiliares Invisibles, al contrario de lo que ocurre en la mediumnidad, quienes tienen un desarrollo negativo.
El Adepto, sinónimo de Maestro de Sabiduría, ser humano que recorriendo el sendero de realización ha pasado varias iniciaciones y alcanzado poderes trascendentales, no necesita casarse porque cada cual es una unidad creadora completa, tanto en el plano espiritual como en el físico, habiendo dirigido la fuerza creadora bipolar masculina y femenina hacia arriba por medio de la espina dorsal doble, iluminada y elevada en potencial energía por los fuegos del espíritu espinal de Neptuno (Voluntad) y Urano (Amor e Imaginación).




Esta energía creadora, concebida en los hemisferios gemelos del cerebro, gobernada por Marte y Mercurio, da un vehículo adaptado para la expresión del espíritu, que es a su vez enviado afuera y manifestado en el mundo por la palabra creadora hablada.

Éste es el secreto del modo en que los Adeptos forman un cuerpo nuevo sin necesidad de pasar por el vientre de una madre y algún día toda la humanidad alcanzará este estado de perfección como hermafroditas espirituales; entonces no seremos “un poco más inferiores que los ángeles”, quienes crean por métodos semejantes, sino que seremos más elevados que ellos lo son ahora, porque entonces tendremos la razón y el intelecto que a ellos les falta, en adición de la fuerza creadora completa.

El Ego que ocupó el cuerpo físico de la Virgen María estaba muy adelantado. No necesitaba encarnarse más en la tierra, pero se lo escogió para una misión elevadísima de ser la madre de nuestro Salvador Jesucristo y fue así que fue cobijada por el “Espíritu Santo” y fecundada por él.

Reina-Valera Antigua
Mateo 1
18 "Y el nacimiento de Jesucristo fué así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo".
19 "Y José su marido, como era justo, y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente".
20"Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir á María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es".
21"Y parirá un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará á su pueblo de sus pecados".
22"Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fué dicho por el Señor, por el profeta que dijo:"
23-"He aquí la virgen concebirá y parirá un hijo, Y llamarás su nombre Emmanuel, que declarado, es: Con nosotros Dios".
24-"Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió á su mujer".
25"Y no la conoció hasta que parió á su hijo primogénito: y llamó su nombre JESUS".

Lucas 1
26"Y al sexto mes, el ángel Gabriel fué enviado de Dios á una ciudad de Galilea, llamada Nazaret"-
27"A una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María".
28"Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, ¡Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres".
29"Mas ella, cuando le vió, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese ésta".
30"Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios".
31"Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESUS".
32"Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre:"
33"Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin".
34"Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón".
35"Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios".

El investigador que posee la clarividencia “iniciática, que no se equivoca, ha visto en la memoria de la naturaleza” que la Virgen María recobró su virginidad física al restituirse su himen en el momento en que la sagrada sangre de Cristo se derramó en el calvario.
La historia del hombre está escrita anticipadamente en las estrellas; el hombre es el mundo pequeño y los astros los mundos grandes. En el cielo se representa como un drama todos los años el ideal, el prototipo de la Inmaculada Concepción.


LOS MISTERIOS DEL SIGNO ZODIACAL TAURO


Como estamos entrando al mes de mayo es muy oportuno hablar sobre los misterios del signo zodiacal Tauro que rige del 21 de abril al 21 de mayo.

Las personas que saben han escogido ciertas fechas para la humanidad basándose, posiblemente, en los signos zodiacales. Tal es así que han designado al mes de mayo como fiesta eminentemente femenina en cuanto a la parte práctica de la vida, pues la parte espiritual femenina le corresponde al signo de capricornio; es decir, la fiesta de Navidad que es una celebración especialmente femenina pero espiritual.

En el caso de nuestra referencia el signo Tauro, uno de los tres signos terrestres en el cual aquellas personas que lo poseen fuerte, tienen tendencia a practicar el elemento venuciano, ya que Venus es su regente.

En este momento rendimos culto al elemento femenino de la humanidad representado por Tauro que, en conjunto con su signo opuesto escorpión, plasman los ideales que representa Venus (fecundación, colaboración, etc). Mencionamos a escorpión por ser el signo que colabora con Tauro. Juntos llevan a la práctica los ideales terrestres: Escorpión signo de agua es colaborador necesario con Tauro, signo de tierra, en todo aspecto escorpión fertiliza a la mujer con su elemento acuoso.

¡¡Enviamos un cálido homenaje a las personas del signo de tauro en su período que está transcurriendo!!

(Los misterios de Venus que corresponden al signo de libra lo pondremos próximamente).
EL MISTERIO DE LA PASCUA

De acuerdo con la doctrina ortodoxa cristiana se relata únicamente la historia de Jesús, un carácter único, el hijo de Dios en un sentido especial, una vez nació en Belén, vivió sobre la tierra el corto espacio de treinta y tres años, murió por la humanidad después de muchos sufrimientos y está ahora permanentemente exaltado a la diestra del Padre. Desde allí se espera que vuelva a juzgar a los vivos y a los muertos. Su nacimiento y su muerte se celebran en cierto tiempo del año, porque estos acontecimientos se supone tuvieron lugar en fechas definidas.

Al lado de estas explicaciones que satisfacen a las multitudes que no son muy profundas en sus investigaciones relativas a la verdad, hay otra fase que está muy patente para el místico. Esta es la historia del amor divino y del perpetuo sacrificio que le llena de devoción hacia el Cristo Cósmico, quien nace periódicamente con el objeto de que nosotros podamos vivir y tener una oportunidad de evolucionar en este ambiente porque, él entiende desde ese punto de vista que, sin tal sacrificio anual recurrente, esta tierra y sus presentes condiciones de progreso serían una imposibilidad.

Cuando el sol entra en el signo celestial de Virgo (La Virgen), al tiempo de la Inmaculada Concepción en septiembre, este gran impulso de vida comienza su descenso. Una ola de luz y de vida solar Crística es enfocada sobre la tierra. Gradualmente esta luz penetra más profundamente en la tierra hasta que el Sol llega al trópico o punto turnante en la noche más larga y más oscura del año, la cual llamamos Navidad, en el solsticio de invierno, entonces reinan sobre la tierra la alegría, la buena voluntad y la paz, aunque el hombre no comprenda las razones místicas anualmente recurrentes que existen para ello cuando tiene lugar el nacimiento místico, el Cristo Cósmico se concentra completamente sobre y dentro de este planeta, causando mucho dolor y sufrimiento a tan gran Espíritu, oprimido dentro de esta pequeña tierra siendo consciente de todo el odio y la discordia que exhalamos de día en día a través de todo el año. Es un hecho sin controversia que toda expresión de vida viene a través del amor y que similarmente la muerte viene a través del odio. Si el odio, la discordia y el egoísmo que generamos en nuestras vidas diarias fuesen dejados sin antídoto, esta tierra sería devorada por la muerte.

El nacimiento místico de un cósmico Impulso Vital que fecunda y fertiliza la tierra, es la base de toda vida terrestre. Sin él ninguna semilla germinaría, ninguna flor aparecería sobre la faz de la tierra, ni podrían existir el hombre ni la bestia y la vida pronto se extinguiría. Por lo tanto hay una razón muy válida para el gozo que se siente en tiempo de Navidad. Así como el divino autor de nuestro ser, nuestro Padre Celestial, ha dado el más grande de todos los dones al hombre, el Hijo, así también los hombres son impelidos a darse dones unos a otros.


¿Pero de dónde viene la nota de aflicción y sufrimiento que precede a la Pascua de Resurrección?



¿Por qué no podemos regocijarnos con un gozo sin mezcla de aflicción al tiempo en que el Sol es liberado y retorna a su Padre?

¿Por qué esta Pasión, esta Corona de Espinas?
¿Por qué no puede esto dejar de ser considerado?
Para comprender este misterio es necesario enfocar el asunto desde el punto de vista del Cristo y, es necesario comprender total y completamente que, esta oleada anual de vida que es proyectada en nuestro planeta, no es simplemente una fuerza vacía de conciencia. Lleva consigo la conciencia toda del Cristo Cósmico. Es un hecho absolutamente cierto que sin El nada de lo que existe fue hecho, como nos lo dice San Juan en el capítulo inicial de su Evangelio. Luego de la Inmaculada Concepción en septiembre, este gran impulso de vida comienza su descenso sobre la tierra y, por el tiempo del solsticio de invierno, cuando tiene lugar el nacimiento místico.
¿Por qué la recurrencia anual del sufrimiento, pregunta usted?

Así como nosotros in halamos continuamente en nuestros cuerpos el vitalizador oxígeno para que pase a través de su ciclo y vitalice y energetice el cuerpo entero; así como ese oxígeno muere para el mundo externo por el momento, mientras vive en el cuerpo, así como se carga en él con las toxinas y productos de desecho y es finalmente exhalado en forma de bióxido de carbono, así también es necesario para el Salvador entrar anualmente en el gran cuerpo que llamamos la Tierra y tomar sobre sí todos los venenos que nosotros mismos generamos, para limpiarlo y purificarlo y darle una nueva garantía de vida antes de que finalmente El resucite y ascienda a su Padre.

El cuerpo vital del hombre en todo lo que vive, irradia rayos de luz a manera de cintas o banderas que flotan en el viento; estos rayos de luz provienen de la fuerza que se emplea en construir el cuerpo denso. Durante la salud estos rayos expulsan las toxinas del cuerpo y lo mantienen limpio. Similares condiciones prevalecen en el cuerpo vital de la tierra, la cual es el vehículo de Cristo. Las fuerzas destructoras y venenosas generadas por nuestras pasiones son eliminadas por medio de las fuerzas vitales del Cristo, pero cada pensamiento o acto malo le ocasiona su propia proporción de dolor y por consiguiente se convierte en una parte de la Corona de Espinas, es corona porque la cabeza siempre se ha creído que es el asiento de la conciencia.

Deberíamos comprender que todo acto malo nuestro reacciona sobre el Cristo de la manera apuntada y agrega otra espina de sufrimiento.

Esa semana no es más que la culminación o la cumbre de su sufrimiento y la salida de su prisión; de modo que, cuando el sol cruza el Ecuador, el Cristo cuelga de la cruz y grita: "Consummatum est!" "¡Todo se ha consumado!"; es decir, su trabajo para aquel año ha sido cumplido.

No es un grito de agonía, sino de triunfo, una exclamación de gozo ante la hora de la liberación que ha llegado para permitirle elevarse nuevamente en otro período, libre del vestido aherrojado de nuestro planeta.


Cuando se ha dado totalmente muere y es de nuevo levantado para ascender a la diestra de nuestro Padre. Así es que la Navidad y la Pascua son puntos turnantes que marcan el flujo y el reflujo de la Vida Divina anualmente prodigada, sin la cual sería imposible para nosotros vivir sobre la tierra. Si somos completamente sensitivos podemos sentir la Navidad y la Pascua en el aire, porque una y otra están cargadas de amor, vida y gozo divinos.
Si consideramos lo anterior, podemos comprender que el Espíritu de Cristo en la tierra está, como dice San Pablo verdaderamente gimiendo como si estuviese de parto, “Romanos 8:22 Porque sabemos que todas las criaturas gimen á una, y á una están de parto hasta ahora”, aguardando el día de la liberación. Así es como el Cristo atrae todos los dardos de odio y de ira. Estos dardos simbolizan la corona de espinas.


¿Tiene alguna utilidad real el recordar cada año el sufrimiento de Cristo?

Este grandioso acontecimiento cósmico debe regocijarnos porque el término del sacrificio anual de nuestro Salvador ha llegado y sintamos alegría desde lo más intimo de nuestro ser, de que Él esté cercano a su liberación; que la vida con que ha dotado ahora nuestro planeta es suficiente para llevarnos hasta la próxima Navidad.

  • Textos tomados de las obras de Max Heindel: Concepto Rosacruz del Cosmos, Cristianismo Rosacruz, Cartas a los estudiantes, Misterio de la Pascua
LA MENTE, ESPADA DE DOBLE FILO


Pocas personas en el mundo parecen comprender hoy el poder del pensamiento y su importancia para dar forma a todas las condiciones del mundo, y cualquier individuo cuyas actividades mentales no sean dirigidas por la rectitud es una amenaza para sus semejantes, sin tener en cuenta su posición en la vida. Todo individuo del mundo en posesión de una inteligencia normal tiene una cierta cantidad de responsabilidades y estas obligaciones no son trasferibles. Hay responsabilidades del hogar, la comunidad, del estado, la nación y responsabilidades mundiales, siendo la más importante la responsabilidad con el Creador, a quien debemos nuestra misma existencia.

Existe una sola fuente de vida y esa es Dios, el creador de nuestra esfera de existencia y, toda actividad mental que no esté empapada de su vida, nunca alcanzará resultados permanentes. Las malas acciones pueden permanecer por un tiempo, pero dentro de sí mismas poseen el germen de su propia decadencia, contrario al Plan Divino, que invariablemente se mueve hacia adelante. La fuerza vital usada para promover el mal gradualmente se disipa y al no tener poder dentro de sí misma para renovar su fuerza disipada, finalmente se desintegra.




Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos;como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también".


(Biblia, Hechos 17:28)


Un hecho literalmente verdadero; porque nuestro sistema solar bien puede ser considerado como el cuerpo físico de nuestro Creador, cuyo cuerpo gobernado por ciertas leyes cósmicas pone al hombre en relación con Dios, de cuya fuente obtenemos la fuerza vital necesaria para animar nuestras actividades y producir resultados duraderos. Una vez que comprendemos el plan, estamos en posición de lograr tremendas empresas, porque hemos descubierto la ley que gobierna el éxito permanente.

Pero dice el proverbio: "Si los deseos fuesen caballos los mendigos caminarían en ellos." Alguna cosa más se necesita para conseguir el éxito y la felicidad que meros deseos.

Los estudiantes de la Fraternidad Rosacruz están familiarizados con la idea de que no existe "suerte," y, por lo tanto, están de acuerdo con Mefistófeles de FAUSTO cuando dice: "Cuán estrechamente la suerte está unida al mérito. Es una cosa que nunca se le ocurre al necio. Si él consiguiera la piedra filosofal del hombre sabio, yo lo aseguro, la piedra ésta no tendría al filósofo."
Pero al llegar aquí asaltará, inmediatamente, una duda a la mente de muchos: "¿Es posible el reducir a una ley al éxito?." Sí, sin duda existe la ley del éxito, tan segura e inmutable como cualquier otra de las grandes leyes cósmicas, y a la vez que el propósito es aplicarla a los asuntos espirituales, no se puede ocultar que puede brindar también éxito en negocios materiales. Pero antes de usarla en tal dirección se debe considerar cuidadosamente que el hacer tal cosa significa un suicidio espiritual, porque se nos ha dicho, "vosotros no podéis servir a Dios y a Mamón," el rey de la codicia. Es preferible "que busquéis primero el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas se los darán por añadidura."

La ley de éxito, puede enunciarse así:




Primero, determinar definitiva y claramente aquello que deseemos: desarrollo de la fuerza curativa, aumento de la visión, auxilio invisible, facilidad de palabras para dar conferencias y diseminar la filosofía Rosacruz entre los demás, etc.


Segundo, una vez que se ha decidido una finalidad nunca admitir un pensamiento de miedo, de fracaso ni por un momento, sino que debe cultivarse una determinación invencible de llevar a cabo nuestro objeto a despecho de todos los obstáculos. Constantemente manténgase el pensamiento de ¡¡yo puedo hacerlo y lo haré!!.


No se empiece a hacer planes de cómo llegar a la meta hasta que se haya alcanzado un estado de absoluta confianza en uno y en nuestra habilidad de hacer lo que se desea, porque una mente indecisa, voluble y asustadiza por el más ligero temor, no puede concebir planes que lo conduzcan a un éxito completo. Por lo tanto, seamos pacientes y primeramente asegurémonos cultivar una fe absoluta, propia y en nuestra capacidad para llegar a donde nos proponemos en contra de todos los obstáculos.
Cuando se haya alcanzado el punto en el que se está totalmente persuadido que el éxito es de uno y, determinado positivamente a vencer, no habrá poder en la tierra ni en el cielo capaz de oponerse a su paso para llegar al fin propuesto, entonces es el momento oportuno de hacer los planes de modo que podamos alcanzar los deseos de nuestros corazones con probabilidades de éxito.





La Ley del éxito es gobernada por el poder del pensamiento


Y trabaja igualmente si es empleada por el individuo para gobernar las actividades de su propia vida o por las masas para dirigir los asuntos de la comunidad, Estado, nación o del mundo. Podemos considerar esto como nuestro Poder Interno. Es omnipotente porque es una parte del Dios del Universo, omnipotencia, que está más o menos latente en la humanid

ad actual. La función de la evolución es desarrollarla para manifestarla en omnipotencia positiva y dinámica. Esto es lo que estamos aprendiendo gradualmente a hacer en nuestra vida diaria y por los renacimientos sucesivos.

Este Poder Interno afecta la personalidad y la vida diaria cuando el Dios Interno, que es omnipotente y poseedor de toda sabiduría, envía constantemente mensajes a la mente consciente. Estos mensajes aparecen como intuiciones, inspiraciones, ideas originales que nos dicen que es lo que el Yo Superior con su sabiduría desea que hagamos. Uno puede recibir estos mensajes aquietando la mente consciente y particularmente teniendo períodos de quietud para la meditación y la oración de modo que, cuando la mente consciente se aquiete, el Poder pueda hablarnos y nosotros oírlo. Nos está hablando y enviando mensajes mentales todo el tiempo sin importar cuán activos estemos. La consciencia es otro de los mensajes del Poder Interno que haríamos bien en obedecer. Si únicamente obedecemos las direcciones de

este Poder, él nos hablará en tono cada vez más claro, remodelando gradualmente nuestras vidas y trasformando nuestros fracasos en éxitos.

Es esencial que cultivemos la creencia en la existencia del Poder Interno y en su capacidad de transformar nuestras vidas. Esta creencia es la llave, el circuito eléctrico que nos conecta con el. Si establecemos una clara conexión entre el Poder y nuestra mente consciente, el resultado será mucho mejor, porque entonces el Ego puede enviarnos mensajes más claros y efectivos. Algunos llaman a esto fe, fe en Dios. En realidad la fe en el Dios Interno y en su poder es la misma cosa que la fe en el Dios Externo y su omnipotencia. Por ello permanezcamos quietos, escuchemos y obedezcamos las sugestiones y direcciones del Poder Interno, venciendo el miedo, la ansiedad y obteniendo equilibrio, factor principal en el éxito total de nuestras vidas.

Desde el punto de vista espiritual sabemos que todas las cosas están ordenadas con sabiduría en el éxito total de nuestras vidas y podemos hacer un destino nuevo y constructivo para neutralizar y contrapesar algunas de las deudas de nuestras vidas anteriores. Ciertamente, no solo deseamos asumir la plena responsabilidad por nuestros procesos mentales, sino reconocer cuán poderoso y trascendente es realmente el pensamiento. T

odas las cosas, sea para bien o para mal, pueden ser logradas con él y estamos por lo menos aprendiendo a comprender porque se ha dicho… “Como el hombre piensa, así es él”.

No olvidemos que desde la caída del hombre en la materia, la mente en lugar de ser un eslabón que une al Ego con sus vehículos, se alió internamente con el cuerpo de deseos para ser sirviente del mismo, lo cual constituye la astucia propia de los Atlantes. En la actualidad la Quinta Epoca “Aria”, estamos desarrollando el poder del EGO a través de la razón, propia del pensamiento abstracto aplicado al mundo material.

El esfuerzo que debemos hacer como egos es tratar de liberar la mente concreta de su ser

vidumbre el cuerpo de deseos y sus impulsos egoístas y tratar de unirla al Yo Superior a través de otra actividad, propia de la sexta época: el amor espiritual, impersonal que todo lo abarca, desarrollando el germen del “Espíritu de Vida” que todos tenemos en nuestra constitución espiritual, espíritu unificante y universal y con esto hacer nacer lo divino en nosotros o “Cristo Interno”, lo único que puede traernos la Fraternidad Universal. (Biblia Gálatas 4:19 Hijitos míos, que vuelvo otra vez á estar de parto de vosotros, hasta que Cristo sea formado en vosotros

Tampoco debemos dejar de lado que la mente fue dada a la humanidad por los Señores de la Mente que inculcaron el egoísmo. La mente es el cuerpo principalmente humano, adquirido en el período terrestre; véase que en la Biblia “el que tenga entendimiento conozca el número de bestia”; el número 666 simplificado da como resultado el número 9, el número del hombre, indicando que el uso indebido de la mente nos conduce al mal, o sino veamos el Padre Nuestro en el cual se ruega a Dios que nos libre del mal; es decir, que nos libre de las malas tentaciones e inclinaciones de la mente:



Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad así en la tierra
como en el cielo.


Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas como
nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.









NUESTRA EXISTENCIA
EN EL MAS ALLA
Existe un solo acontecimiento que más pronto o más tarde llega a todos: ¡la Muerte! el momento en el que estamos solos ante su portal y forzados a dar el salto en la obscuridad.
El trance que significa ese salto y lo que nos espera en el más allá, es objeto de meditación para todo ser pensante. En los años de la juventud y de la salud, cuando la barca de nuestra vida navega en los mares de la prosperidad, cuando todo se nos antoja bello y brillante, podemos dejar de lado tal pensamiento, pero seguramente llegará un día en la existencia de toda persona sensata en el que el problema de la vida y de la muerte se abra paso en su conciencia y no pueda ser descartado ni postergado.
"Tú estás poseído por un solo impulso,
e inconsciente del otro todavía permaneces.
Dos almas, ¡ay!, habitan dentro de mi pecho
y allí pelean por un reino individido.
Una, a la tierra con deseo apasionado
y con tentáculos tenazmente se adhiere todavía;
sobre las brumas, la otra de las dos, aspira,
con sagrado ardor, a más puras esferas."


¿De qué sirve el conocer los estados post-mortem y lo que ocurre en el mundo invisible y todas las demás cosas?.
El conocer nuestra situación y las actividades que se desarrollan en los mundos invisibles después de la muerte constituye un gran beneficio que nos quitará en gran parte el miedo a la muerte por el desconocimiento que tenemos de aquellos y a los cuales, sin duda alguna, en un día más o menos remoto, seremos transportados, cuando nuestra estadía en este mundo físico haya concluido.
Estos mundos son invisibles para la mayoría de los hombres, debido a que los sentidos sutiles y elevados, por los cuales pueden percibirse, están dormidos. Estos sentidos sutiles permitirán observar aquellos mundos de la misma manera
que percibimos el Mundo Físico por medio de nuestros sentidos físicos. La mayoría de los hombres se encuentran respecto a los mundos suprafísicos en parecidas condiciones a las que el que ha nacido ciego se encuentra en este mundo de los sentidos: aunque la luz y el color estén en torno suyo, es incapaz de percibirlos. Para el no existen y son incomprensibles, simplemente porque carece del sentido de la vista que le permitiera verlos. Los objetos que puede tocar le parecen reales, pero la luz y el color están mas allá de su alcance.
Así sucede con la mayor parte de la humanidad. Tocan y ven objetos y oyen sonidos en el Mundo Físico, pero los otros reinos y planos que el clarividente llama mundos superiores son tan incomprensibles para la humanidad como la luz y el color lo son para los ciegos. El que el hombre ciego no pueda ver ni el color ni la luz no es argumento contra su existencia y realidad. Ni es tampoco argumento el que porque la mayoría de los hombres no puedan ver los mundos suprafísicos nadie pueda verlos. Si el ciego recobra su vista, verá la luz y el color. Si los sentidos superiores de los que actualmente son ciegos para los mundos suprafísicos, se despiertan por medios apropiados, podrán ver también los mundos que ahora están ocultos para ellos.
Entonces, es razonable pensar que si se nos presenta la oportunidad de saber por adelantado algo de aquellos extraños mundos debemos aprovechar para facilitar nuestra estadía y poder acomodarnos a las nuevas y extrañas condiciones de vida que encontraremos allí, al igual que si tuviéramos que vivir en otro país por un tiempo indeterminado será de gran utilidad familiarizarnos anticipadamente con el idioma, costumbres y leyes que gobiernan aquel para no sentirnos extraños e incómodos y poder aprovechar cualquier ocasión de mejoramiento o estudio que pudiéramos encontrar, sin peligro alguno de obrar contrariamente a sus leyes y sufrir las consiguientes molestias por nuestra ignorancia.
Otro beneficio inestimable que obtenemos al conocer las actividades que se desarrollan en el Purgatorio y el Primer Cielo es el ejercicio vespertino de examinar los sucesos del día en orden invertido, podemos vivir nuestro Purgatorio aquí y ahora, en pequeñas dosis, obteniendo así el perdón de los pecados en lugar de esperar la expiación de nuestras malas obras; si aprovechamos nuestro conocimiento viviremos en tal actitud como no la obtendríamos antes de entrar en las vidas futuras, asimilándonos diariamente el bien que hayamos hecho y purificándonos de todo mal. Y de esta suerte podremos cruzar ligeramente el Purgatorio y el Primer Cielo inmediatamente después de la muerte.
Sabiendo lo que tenemos que realizar en el Segundo Cielo, podemos aplicarnos más inteligentemente aquí a nuestra obra, así como allí; obtendremos mayor conciencia en ese dominio familiarizándonos diariamente con él.



¿Hay estaciones, tiempo, edades y épocas en el otro mundo?
Podemos decir que solo hay como un día muy largo. No existe el tiempo, porque lo que hace existir el tiempo aquí es la revolución de la Tierra sobre su eje y su revolución en torno del Sol. Esos movimientos son los que producen el día y la noche, el invierno y el verano, el calor y el frío, porque la composición opaca y sólida de la Tierra la hace impenetrable a los rayos luminosos y al c alor emitido por el Sol, así que una mitad de la Tierra está siempre fr
ía y oscura. Pero en el otro mundo nada es ni opaco ni frío, ni verano ni invierno, hay luz, no hay noche, sino que todo es un día brillante, larguísimo. Por ejemplo en el mundo físico la materia está sujeta a la gravedad, contracción y dilatación en los otros mundos los cuerpos ascienden o descienden con toda facilidad.
Por consiguiente nos encontramos a menudo con que aquellos que han pasado por las puertas de la Muerte, si bien recuerdan completamente su vida pasada no tienen la menor idea del tiempo que pasa y pueden algunas veces preguntar cuanto tiempo hace que murieron.
Hay solo un medio de medir el tiempo, y éste es el que emplean los clarividentes educados para fijar los acontecimientos cuando los examinan en la memoria de la Naturaleza, o sea mediante la astrología, observando la posición de los astros. Por supuesto, si el acontecimiento que está observando ocurrió en los tiempos históricos puede fácilmente fijar el año de la ocurrencia mediante otro acontecimiento histórico que haya ocurrido al mismo tiempo, pero cuando busca muchos millares de años atrás, como, por ejemplo, cuando quiere determinar el tiempo de las inundaciones atlantes, acude especialmente a la precesión de los equinoccios, que es el movimiento hacia atrás del Sol por los doce signos del Zodíaco, tardando el Sol unos veintiséis mil años en dar una vuelta completa en torno de ese círculo. Entonces puede fijar esa fecha contando el número de períodos de veintiséis mil años transcurridos entre la primera inundación y la segunda, entre la segunda y la tercera y desde ésta hasta nuestros días.
¿Nos encontramos con los seres queridos después de la muerte y los reconocemos, aún cuando hayan tenido una creencia diferente de la nuestra o aunque hayan sido ateos?
Sí, su cuerpo de deseos tomará enseguida la forma que tenía su cuerpo físico aquí, porque se cree que es de esa forma, los encontramos y los reconocemos, salvo que no tiene su cuerpo físico; es mental y moralmente la misma persona porque no hay poder transformador alguno en la muerte. Oímos a veces hablar a la gente de algún muerto como si fuera un ángel o un santo, aunque realmente fuera un diablo en la tierra, pues creen irreverente decir la verdad cuando aquel ha pasado al más allá. Pero el hecho es que solo los que eran buenos aquí son buenos en el más allá, así que cualquiera que lo haya conocido en la vida
terrestre lo reconocerá enseguida cuando pase al más allá, pero el lugar en el que lo encontremos depende de varias cosas.
En primer lugar, si hemos vivido una vida muy religiosa, de manera que no tengamos existencia alguna en el Purgatorio y muy poca en el Primer Cielo, yendo casi directamente al Segundo Cielo, mientras que el ser querido, si fuera de naturaleza inferior y tuviera que pasar largo tiempo en el Mundo del Deseo, no nos encontraría hasta que llegara al Segundo Cielo. Si morimos poco después que nuestro amigo, el encuentro quizás no tendría lugar en veinte años; pero eso importa poco porque en esas regiones se está completamente inconsciente del tiempo.
El amigo materialista, si vivió una buena vida moral, como generalmente suele suceder, se quedaría en la cuarta región del Mundo del Deseo durante cierto número de años, de acuerdo con el tiempo que vivió, y entonces pasaría al Segundo Cielo, si bien no tendrá allí una conciencia tan completa y perfecta como la persona que se haya preocupado por las realidades de la vida.
Lo veremos, reconociéndolo y asociándonos con él durante centurias enteras en la obra de crear el futuro alrededor ambiente, pues entonces no será ya más materialista absolutamente, porque cuando el espíritu arriba a esa elevada región, ya no está bajo las ilusiones que algunas veces lo envuelven en este mundo material. Todos y cada uno se reconocen como seres espirituales y sienten la memoria de esta vida terrestre en la misma forma en que nosotros recordamos una pesadilla. El espíritu, al entrar en ese mundo despierta a su verdadera naturaleza en cualquier caso.


¿Los que han pasado al más allá ¿siguen observando y cuidando a los que han quedado aquí? Por ejemplo una madre ¿sigue cuidando a los hijos que dejó aquí?
Muy frecuentemente la madre que acaba de morir sigue observando a sus hijitos largo tiempo, y hay casos en los que esas madres han salvado a sus bebés de los peligros en que estaban. Aunque no sepan conscientemente como materializarse, el amor por sus pequeños y el miedo intenso han hecho que la madre atrajera hacia si el material necesario para que sus hijos pudieran verla. Los que llamamos muertos generalmente no se marchan de la casa en que han vivido hasta mucho tiempo después de los funerales. Se quedan en las habitaciones de su familia, yendo y viniendo, si bien invisibles para nosotros. Por supuesto, cuando llega el momento de ir al Primer Cielo, ya no se quedan más en la casa, pero la visitan muy a menudo. Cuando entran en el Segundo Cielo ya no están más conscientes de esta esfera física en el sentido de que tengan casas, amigos o parientes; allí debe considerárseles más bien como fuerzas naturales, mientras se encuentren en ese plano, porque obran sobre la tierra y sobre la humanidad en la misma forma que las fuerzas naturales que no se encarnan humanamente.


¿Cómo hay que concentrarse para ayudar a los que están en el otro mundo? ¿Hay que entrar en el silencio y emitir pensamientos cariñosos y de ayuda hacia ellos?
La capacidad de emitir un pensamiento y el poder de que ese pensamiento realice el propósito para el que fue emitido, depende de la nitidez con que el pensador pueda visualizar lo que quiere realizar. Las escuelas de ocultismo, particularmente las que siguen el pensamiento oriental, aconsejan el método de concentrarse dirigiendo el pensamiento hacia un solo punto, en la misma forma como una lente de aumento concentra los rayos solares en un foco, sumando así sus fue rzas, y así como los rayos solares enfocados en esa forma queman, así también el pensamiento realiza inv
ariablemente su objeto cuando se lo concentra con suficiente intensidad.
Esto requiere una larga práctica, sin embargo, y son contados los occidentales que pueden concentrar así sus pensamientos con algún objeto. La religión occidental, reconociendo esa incapacidad enseña otro método que es más eficaz que la concentración: la oración.
Por consiguiente, si queremos ayudar a los que han pasado al más allá, debemos orar por su bienestar y para que puedan aprender las lecciones de esta vida perfectamente en sus experiencias purgatoriales y en el Primer Cielo; entonces haremos mucho más que si intentamos el método de concentración frío e intelectual. La actitud del cuerpo es un gran factor en la intensidad de la oración, y si el ponerse de rodillas parece que ha de facilitar ese acto, debe adoptarse esa posición. Por otra parte, según dice Emerson: aunque tus rodillas no se doblen nunca hacia el Cielo, a él llegan tus oraciones cotidianas, y ya sean dirigidas para bien o para mal, siempre son escuchadas y contestadas también." Así que la actitud del cuerpo durante la oración no tiene mayor importancia, salvo que se vea que es conducente a dar mayor intensidad a nuestros propósitos, porque esto es lo que hace efectiva la oración.


¿Por qué mueren los niños en la infancia y en la niñez?
Hay muchas causas que producen la muerte de los niños. Daremos solamente algunas de las principales. En primer lugar, cuando un Ego vuelve a la vida terrestre, se dirige hacia cierta familia porque allí puede obtener el alrededor ambiente necesario cal
culado para su progreso futuro, y en el cual podrá liquidar determinada cantidad del destino que generó en sus vidas anteriores. Entonces, si los padres hacen cambios muy radicales en sus vidas de manera tal que el Ego ya no pueda obte ner esas experiencias o liquidar ese destino, el Ego se retira y se dirige a otra parte donde pueda conseguir las condiciones necesarias para su crecimiento. O puede solo retirarse por algunos años y renacer en la misma familia si ve que las condiciones requeridas podrán obtenerse posteriormente.
Con objeto de compensar ese inconveniente, el Ego renace generalmente en la misma familia que tanto lo lamentó, y muere en los primeros años. Muy a menudo se encuentran con algún miembro de su familia fallecido, quien toma al niño a su cargo, tomándose el trabajo de enseñarle lo que dejó de aprender debido a las lamentaciones, y si ese pariente no existe otro cualquiera se hace cargo de él. De cualquier manera la pérdida es más que recuperada, así que cuando el niño vuelve a nacer tiene un crecimiento moral tan completo como si hubiera muerto en las circunstancias ordinarias sin que se hubieran producido las tales lamentaciones.


¿Se dice que no hay tristeza alguna en el cielo, pero si nos encontramos allí con algún ser querido el que después sigue adelante, esa partida ¿no produce siquiera un pequeño sentimiento de disgusto?
No, porque allí vemos las cosas tal como son. Aquí estamos cegados. Cuando el Ego viene al Mundo Físico, en un sentido es causa de regocijo, y efectivament
e nos regocijamos cuando nace el niño, pues este mundo nos proporciona experiencias que nos permiten crecer anímicamente. Pero considerándolo desde otro punto de vista, cuando el Ego viene a este mundo y entra en la prisión del cuerpo denso, se encuentra en la situación más limitada imaginable, y regocijarse cuando nace un niño y lamentarse cuando muere es en realidad análogo a regocijarse cuando un amigo es aprisionad o y entregarse a histéricas lamentaciones cuando queda libre.
Cuando el espíritu pasa al mundo celestial, se encuentra con algunos con los que estuvo asociado en la vida terrestre en el Primer Cielo, pero allí se ha hecho ya tan espiritual y está tan en contacto con las realidades de la vida, que sabe que la muerte no existe. Por consiguiente cuando alguno sigue adelante su camino no hay más que regocijo y placer porque entonces se sabe que lo encontraremos de nuevo y no puede dejar dolor alguno tras sí.

¿La cremación del cuerpo denso después de la muerte ¿afecta al espíritu en alguna forma?
Durante la vida, en el estado de conciencia de vigilia, los vehículos del Ego se mantienen todos juntos concéntricamente, pero al morir, el Ego envuelto en la mente y cuerpo de deseos se retira del cuerpo denso y como que las funciones vitales han terminado, el cuerpo vital sale también del denso, dejando a éste inanimado sobre el lecho. El Ego se lleva también consigo un átomo del corazón y el resto del cuerpo se desintegra. Pero en ese tiempo se efectúa un proceso extremadamente im
portante, y los que asisten al hombre agonizante deben tratar cuidadosamente de que reine la mayor quietud en toda la casa, porque las imágenes de toda la vida que acaba de pasar y que estaban impresas en el cuerpo vital están pasando ante los ojos del espíritu en progresión lenta y ordenada, pero en sentido inverso, desde la muerte hasta el nacimiento. Este panorama de la vida pasada dura desde unas cuantas horas hasta tres días y medio. Ese tiempo depende de la fuerza del cuerpo vital, lo que determina el lapso que una persona puede mantenerse despierta cuando lleg a el caso. Muchas personas pueden observar cincuenta, sesenta y hasta setenta horas antes de quedar exhaustas, mientras que otras no pueden permanecer despiertas más que pocas horas. La razón por la que es necesario que la casa permanezca en la mayor quietud durante los tres días y medio subsiguientes a la muerte es ésta: durante ese tiempo el panorama de la vida pasada se imprime sobre el cuerpo de deseos que será el vehículo que el hombre tendrá en el Purgatorio y en el Primer Cielo, donde se recoge todo el bien o mal que se haya sembrado, de acuerdo con los actos realizados en la vida terrestre.
Ahora bien, cuando la vida ha sido muy accidentada y el cuerpo vital del hombre es fuerte, se necesitará mayor tiempo para efectuar esa impresión que si el cuerpo vital fuera débil, pero durante todo ese tiempo el cuerpo denso está conectado con los vehículos superiores por el cordón plateado y cualquier daño que se haga al cuerpo lo siente el espíritu hasta cierto punto. Y siente el embalsamamiento, autopsias o la cremación si se hacen inmediatamente después de la muerte. Por consiguiente esas operaciones no deben hacerse absolutamente durante los tres días y medio subsiguientes a la muerte. Al fin de ese intervalo, el panorama se ha impreso completamente en el cuerpo de deseos, el cordón plateado se rompe, el cuerpo vital es atraído por el denso y queda rota toda conexión con el espíritu, quien entonces puede ir libremente a su vida superior.
Cuando se entierra el cadáver, el cuerpo vital se desintegra lentamente al mismo tiempo que aquel, así que cuando, por ejemplo, un brazo se ha podrido en la tumba, el brazo etérico del cuerpo vital que flota sobre la tumba desaparece también, y así sucede hasta que desaparece el último vestigio del cadáver. Pero cuando se realiza la cremación el cuerpo vital se desintegra inmediatamente, y como que dicho vehículo es el que conservaba las imágenes de la vida pasada, las que, al imprimirse sobre el cuerpo de deseos, forman la base de la vida en el Purgatorio y en el Primer Cielo, sería perjudicialísimo que la cremación se efectuara antes de los tres días y medio subsiguientes a la muerte. A menos que se le ayudara el espíritu no podría mantener el cuerpo unido. Eso es una parte del trabajo que hacen los auxiliares invisibles de la humanidad. Algunas veces prestan su ayuda los espíritus de la Naturaleza o las Jerarquías Creadoras que guían a la humanidad. También se pierde algo cuando el cadáver es quemado antes de que el cordón plateado se rompa por sí solo; la impresión sobre el cuerpo de deseos no es entonces tan profunda como debiera ser, y esto produce su efecto en las vidas posteriores, porque cuanto más fuerte es la impresión tanto más agudos son los sufrimientos en el Purgatorio por el mal hecho y tanto más intensos son los goces del Primer Cielo que resultan de las buenas obras de la vida pasada. Son esos dolores y goces que nos proporcionan nuestras vidas pasadas lo que llamamos conciencia, así que cuanto perdemos en sufrimiento lo perdemos también en la realización de nuestros errores, cuya purificación nos impediría en las vidas futuras cometer los mismos actos de nuevo. Por lo tanto, los efectos de la cremación prematura son muy de tenerse en cuenta. Triste es decirlo, tenemos una ciencia del nacimiento, con obstétricos, parteras experimentadas, antisépticos y todo lo necesario para el confort del hijo y de la madre, pero nos falta la ciencia de la muerte que nos permita ayudar a nuestros amigos de toda una vida en su partida al más allá.
Textos tomados de los libros "Concepto Rosacruz del Cosmos", "Preguntas y Respuestas, tomo I", "Misterios Rosacruces", Max Heindel